La compra de inmuebles en construcción —conocida en Brasil como “al pozo”— es una de las modalidades más elegidas por los inversores extranjeros. Este modelo ofrece ventajas financieras y patrimoniales que lo convierten en una estrategia atractiva para quienes buscan rentabilidad y valorización a mediano plazo.
1. ¿Qué significa invertir al pozo?
Comprar “al pozo” significa adquirir una unidad antes o durante el inicio de la obra, directamente con la constructora. En esta etapa, el precio de lanzamiento suele ser significativamente menor al valor que tendrá el inmueble una vez finalizado.
La operación se formaliza con un contrato de compra y venta y, al final de la obra, se otorga la escritura definitiva registrada en el cartorio.
2. Ticket de entrada más accesible
Una de las principales ventajas es que el valor inicial de entrada es más bajo que en una compra de inmueble ya listo.
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Generalmente, se paga una entrada del 20 % al 30 %.
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El saldo restante se divide en cuotas durante el período de obra (36, 48 o hasta 60 meses).
Esto permite al inversor distribuir el capital en el tiempo y entrar en proyectos de alto valor sin necesidad de un desembolso inmediato completo.
3. Valorización entre lanzamiento y entrega
En mercados dinámicos como Florianópolis, la valorización en el período de obra es significativa.
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Datos recientes muestran aumentos anuales del 8 % al 12 % en promedio en el valor del metro cuadrado.
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En algunos proyectos, la diferencia entre el precio de lanzamiento y el de entrega superó el 40 % en tres años.
Esto significa que, al recibir el inmueble, el comprador ya posee un activo más valioso que su inversión inicial.
4. Flexibilidad de pago
Las cuotas durante la obra suelen ajustarse por el CUB-SC (Custo Unitário Básico de Santa Catarina), un índice oficial de la construcción. Esto brinda previsibilidad: el comprador sabe que los reajustes acompañan el costo real de la obra y no están sujetos a variaciones arbitrarias.
Además, muchas constructoras permiten:
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Refuerzos anuales acordados previamente.
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Negociaciones directas de plazo y forma de pago.
5. Posibilidad de revender antes de la entrega
Otro beneficio es la opción de revender la unidad aún en obra.
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El comprador puede transferir el contrato a un tercero, obteniendo la ganancia de la valorización sin necesidad de esperar la entrega.
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Este mecanismo es frecuente y legal, siempre que se cumplan las condiciones previstas en el contrato.
6. Riesgos a considerar
Como toda inversión, la compra al pozo exige precauciones:
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Verificar que la obra esté regularmente registrada en cartorio con memorial de incorporación.
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Confirmar la solidez y trayectoria de la constructora.
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Leer con atención las cláusulas de plazos y reajustes.
Tomando estas medidas, el inversor reduce riesgos y asegura la rentabilidad proyectada.
7. Conclusión
Invertir al pozo en Brasil combina ticket inicial accesible, valorización comprobada y flexibilidad de pago. Para el inversor extranjero, representa una forma segura y estratégica de ingresar al mercado inmobiliario con previsibilidad y alto potencial de retorno.